Desde que tuve a mis hijas me prometi que iba a mantener con ellas una comunicacion abierta y de mucha confianza. Pensaba que tenia a mi favor mi edad (por haberlas tenido en mis tempranos 20) y mi preparacion como psicologa clinica. Mi fantasia duro hasta esta semana cuando mi hija adolescente, que recien estrena sus 14 me dijo llorando que no me contaria el por que de su llanto porque yo no la entenderia. "Tu no me vas a entender porque eres mi mama" Hablo de la confianza y de como podria decirme cosas que para ella son muy importantes y privadas. Se podran imaginar como me senti: mala madre, mala psicologa y fuera de onda. Con tanta preparacion en el area de la conducta humana y con el tiempo que llevo ayudando a padres y madres a entender a sus hijos me encontraba sin herramientas para ayudar a mi propia hija.
Fue en ese momento en que no encontre una mejor respuesta que escuchar esa voz interna que algunos llaman instinto materno y volver a lo basico: comunicacion. Llevo varios meses trabajando este tema en mis cursos y en mi blog y no pense que fuera a ser tan necesario para mi. Me limite a escuchar, ser receptora de la informacion que mi hija me iba a brindar, sin saber si me iba a gustar o no lo que me tenia que decir. Fue uno de los momentos mas dificiles hasta ahora, pero haber sido paciente y entablar una conversacion productiva me ayudo a entrar por fin en ese mundo que mi hija pensaba que yo no iba a entender y por ende se resistia a dejarme entrar. Al final, encontramos que mi hija estaba experimentando sentimientos y sensaciones propias de la adolescencia y que sorpresa para ella que su madre se sintio igual en un momento dado de su vida!! Mi hija entendio que su madre tambien fue adolescente!
Antes de culminar nuestra conversacion y de brindarle el beso y el abrazo mas tierno que le he dado en su vida le hice ver que dia a dia trabajo ganandome la confianza de las personas con las cuales trabajo, que el principio de confidencialidad es algo que valoro muchisimo y no tiene por que ser diferente con ella. La vi pensativa e internalizandolo. Espero que este sea el comienzo de una mejor comunicacion entre ella y yo. El gran aprendizaje de todo esto es que como he dicho anteriormente: tenemos que volver a los inicios donde los pilares de una buena comunicacion son la presencia de un emisor y un receptor: alguien que hable y alguien que escuche. Namaste!